FLAMENCO SOMBRÍO

Cegada va el alma mia y a tráspies
en un tropiezo cantao' pa' dentro,
quejio' absorbido en aliento tras suspiro largo
que naciendo bulería se fue en requiebro pa' fandango.

Y al decir que no me quieres,
parece sucumbir tal cosa en un naufragio que termina pariendo el flamenco más sombrío,
que es el hondo cante de quererte
sin que me quieras y ausente en el notarte mío.

Primera estrofa en copla arrebatada en fuego
y aislando estas palabras mías se hace el camino que concluye
en repiqueteo de zapato bailaor!

Y se mece en compás de solea'
y ojalá termine de recordarte lo que sabes
y no sabes todavía...

Tras mi mimo, ha sido tu piel terciopelo más por yo tocarla.
Y no hacen mis manos más que cantarte
y palmear al compás
bien de fandango, de copla, de bulería o tanguillo;
y aún más... de soleá.

Y de soleá porque es lo que ahora me toca palmear!

Más quizás un cajón flamenco parezca simple
o una guitarra pueda reducirse en expresión a las manos que sacuden sus cuerdas;
pero es recíproco lo que la mano y el intrumento se regalan.

Y si bien hay sonoridad
sin necesidad de depender el uno del otro,
juntos suenan armoniosos tales, se oyen más y vibran!

Da igual copla, fandango, tanguillo, bulería o solea'!

Suena mejor un instrumento bajo la mano que lo tañe
que al aire sin más,
y la mano también gana sentido y se ensalza en Arte
haciendo poderoso el compás.



Dic 2012