martes, 28 de febrero de 2012

Quebranto en re minor



Amasijo de quebranto en re,
Un re pequeño
Sigiloso como pasos diminutos.
Recallado, resiniestro, resútil…
Un re de retorno
Que junto a su reverso, desencandena
Una melodía que degenera en tu recuerdo.

Amasijo de quebranto en re,
Re minor,
Minor amor
Maior dolor,
Reconcome en re.

Diminuto re,  que se posa soplado
a suspiros y avasalla al Sol que guarda de un re a otro Re en sí mismo.
Sol aplastante y dueño que ciega
Ostentoso en el hacer creer que no nos amamos nunca del todo bien.
No hay sin sol la sombra que danza,
bailando presa del candil que calienta y viene y va,
y va y viene
mostrando el frío que reconforta a las paredes de la cárcel
que habita.

Amasijo de quebranto en re,
Un re pequeño,
Sigiloso como pasos diminutos.
Recallado, recaliente, regurcitado.
Un re… un re, un re minor.
Un re de esos que mecen la prosa al piano y
Son incapaces de no reventar en lágrimas cuando Chopin suena...

Azul de un raro color tormenta


Relámpago, rayo, destrozo!
Sacudida en un azul frío que calienta mis sentidos.
Arrastra mis bragas hasta los tobillos,
lámeme el coño, bastardo!
Roza con tu prepucio mi entrepierna y hazte un monstruo azul,
abominable, grande, dios terrible.
Inspírame el temor en la medida justa que ansíe tu violación.

Mancha de arañazos azules mis muslos con tu saña azul, araña coño! Araña, desgarra y muerde!
fuérzame a albergar tu sexo en mi vagina;
haz que sienta al cabrón que llevas dentro.

Saca con tus dedos de mi boca la saliva que babeo enferma de tí, perra rabiosa,
posa en mi coño una de tus torpes manos
y deja por un instante de lado el ansia ciega
de meter tu rabo en mi conejo, para
concentrarte en como late mi vulva en un irrespetuoso deseo
hacia todo lo que eres o yo quiero que seas.

Entras confiando en tu poder en mi vagina
y te absorbo el tuétano.
No te quiero al follar, no te quiero porque te deseo, y qué?
Me concentro en el vaivén de tu carne y en el violarme la mía.
Relámpago azul, rayo, destrozo.


El único respeto me lo inspira tu falo que no asegura un gozo que merezc,o encima...
Amo a tu sexo, desprecio tus normas.
Bésame el culo.

viernes, 24 de febrero de 2012

Hechizo



Voy a derribar con mi aliento el muro de escarcha que nos separa,          
haré  despiertes al calor de mi sexo que guarda el ansía que de tí tengo.
 

Voy a sacar de entre mis piernas un dragón!
Y a azuzarlo para que a base de encenderte con su fuego
te robe fuerzas y haga de esa resistencia tuya una debilidad
que te conduzca a clavar tus rodillas doblegándote ante mi voluntad. 


Voy dispuesta a que ardas de nuevo por mí
avivando este fuego que aúnque quieras obviar
va a devorarnos siempre, siempre.
 

Voy a cederte el valor justo para que no te temas,
para que no te temas,
para que sepas que puedes posar tus pies sobre esta tierra mía     
sin hacerte daño.

Lanzaré un embrujo potente como un silbido tan agudo
que sólo las bestias podrán oirlo claro
y que se hará susurro cuando llegué a tí, amortiguado,
más tú no podrás percatarte porque estarás dormido.

Te estoy tocando ya con el deseo que en mí despiertas
y albergo en mi vientre desde el primer día que pose mi mirada sobre tí.
 

Voy a insuflarte el don del recuerdo,
para que sepas quienes somos en verdad...

Y cuando sepas lo que debes  recordar,
te haré encender como una antorcha,
usando un susurro que se deslice entre el telón que te hace ciego,
llevándote a que recuerdes el hechizo que sólo fuí capaz de hacer
con terciopelo de la prosa que me inspiras.

Te canto en cada palabra,
y cada una de ellas hacen de espejo que refleja esa belleza tuya,
pero también es lupa que escudriña
y te ve sin verte y me dejará contemplarte cuando el tiempo
de modo irremediable, se apodere de tu tersura.

Voy a sacar de entre mis piernas un dragón!
 

Sembrará con fuego un ansía que te haga consciente
de que a tu boca le falta mi saliva,
de que a tus manos le faltan mis pechos,
a tu sexo mi sexo, a tu paso mi compás.

Pareciera hiciese un siglo que no me tocas,
pareciera que estuvieses dispuesto a vivir sabiendo
del deseo que se tienes que te lama, que te abrace;
sabiendo del deseo que te tengo y al que no renuncio,
buscando me complazcas.
 

Sabes que ya apenas recuerdo a qué hueles?

Lanzaré un embrujo potente como un silbido tan agudo
que sólo las bestias podrán oirlo claro
y que se hará susurro cuando llegué a tí, amortiguado,
más tú no podrás percatarte porque estarás dormido.

Ven!

martes, 21 de febrero de 2012

Preparación lubricada a introducción de Babilonia


Preparación lubricada a introducción de Babilonia


En realidad,
yo no busco otros hombres sin más,
busco lo que crea en mí
pasar de una mano a otra diferente,
de un olor a otro diferente,
de una a otra lengua.

Quizás esta cuasi necesidad
me hace enferma, o bien
puede que tal cosa sea lo que me permite, todavía,
mudar la piel de vez en cuando.

En realidad yo no busco en concreto nada; ni a nadie,
sólo esa chispa, descarga,
sacudida eléctrica que me hace renacer al mundo
con la ilusión nueva que tiene quien,
tras recibir un gran placer
espera gozar ese placer como si una y otra vez
fuese nuevo, o redescubierto.
Casí un milagro divino de resurrección...

Si es que en realidad, no busco boca
ni de varón, ni de mujer;
sólo anhelo sensaciones,
paisajes de carne, pliegues, sudor y el
soniquete rosado de cualquier pellejo lubricado y tibio
que, sin querer, alberge la intención de deslizarse para apretarse
y contraerse luego
agitado en convulsión loca
por la carne que su carne roza;
motivado por el ansia de buscar la calma que sosiega lo que nos despierta el recorrer ese espacio que dista de un pubis a otro, ese tiempo necesario para entender que llega el suspiro clave que da paso a una penetración y nos genera, en sin razón, las ganas de ser,
de tener, de gobernar; o dejarse hacer de cualquier manera,
sometiéndose al placer de la gozosa entrega, en un arrebatador instante, a
la voluntad del otro.

Miradas llenas del afán que esperando un alivio
rabia de deseo,
labios antropofágos que se muerden,
arañando con los dientes mientras besan,
arrastrando la mezcla de sarro y saliva de un agujero a otro,
glúteos que se aprietan pidiendo así
otro, y otro y otro azote más.

Será grave en realidad vivir un tanto muerta queriendo Babilonia?
Esperando renacer como una estrella
que despierta bajo el remover del trueno; bajo la luz que brinda el relámpago, iluminada por la sombra voraz del Sol negro?

Estaré envenenada de Lilith
o alimentando un súcubo
o  quizás a un incubo?Ay madre!..

O mi infierno debe ser la ansiedad
de alimentarme de la complacencia que me da
apagar los rescollos de quien arde de deseo?

Más yo se bien que esa misma disposición poder me brinda,
pues revelo los caprichos ajenos
que ahogo con la mano siendo fuegos fatuos, bien dentro de mi boca
o de mi vagina.

En realidad no deja de ser un apagar bengalas con el coño,
 puede que tal vez, sea  como una libertina chica de feria,
nómada, recalcitrante, mojada y puta
que se escapa de todo lo que todos los demás esperan de ella.

Puede incluso que sea una chica-pez...
una mujer recubierta de escamas, resbaladiza, narcótica cantante
que llama la atención sobre un punto de mira
dentro de unos ojos tristes que se percatan de que siempre soy más
y a la vez menos de lo que parezco.

En realidad yo no busco en concreto nada; ni a nadie,
sólo esa chispa, descarga,
sacudida eléctrica que me hace renacer al mundo
con la ilusión nueva que tiene quien,
tras recibir un gran placer
espera gozar ese placer como si una y otra vez
fuese nuevo y recién descubierto.

Si algo busco consciente,
entre una y otra pena lúcida,
 es poder abrir las puertas de Babilonia,
un hueco que al ser pez, me permita entrar resbalándo por tu médula
para sacudirte rauda en un compás de hambre caníbal
posado sobre esta lengua,
 como pan sacro que lame con caricia avariciosa
desde los testículos hasta casí tu conciencia,
derramándo saliva densa, saboreando lo perverso de tu sombra;
dando pie a reconciliarte con tu bestia.

En realidad hay algo que no sabes porque no quieres ver...
Y es que eres como una ánguila...
Eléctrico.


Octubre 2011